lunes, 31 de marzo de 2008

Se inicia una gran aventura...

El libro se pone cada vez más interesante, sin duda que Alez está apunto de presenciar una gran aventura.

Alex ni se imaginaba las vivencias que tendría junto a su abuela, ya que hasta ese momento todo había sido muy plano y su vida giraba en torno a la escuela, sus madre enferma y su enamorada Cecilia Burns.


Su abuela necesitaba hacer un reportaje sobre una extraña bestia que habría atacado a algunos blancos en el Amazonas venezolano y por lo tanto él debía acompañarla. En realidad la idea no le atrajo del todo pero tenía que hacerlo.

Es así como tiene que ir con un grupo del International Geographic compuesto por un grupo entre los que se encontraban el antropólogo Ludovic Leblanc (que para mi gusto es bastante egocéntrico, miedoso y mentiroso) dos fotógrafos llamados Timothy Bruce y Joel González.


A ellos se sumaron la doctora Omayra Torres, quien tenía como misión llevar las vacunas a los indios que los defenderían de las enfermedades de los blancos, ya que eran muy vulnerables a ellas.

El primer punto de partida fue Manaos (en Brasil), una ciudad muy corrupta. Luego debieron embarcarse en el río Negro para ir en dirección a Santa María de la Lluvia, una aldea en pleno territorio indígena.

De aquí en adelante comienzan a salir algunos términos aborígenes que eran empleados por los blancos como los cablocos, que eran los hombres con mezclas de razas blanco, indio y negro.

En un momento Alex sintió que algo pasaba:

Todo en ese viaje resultaba tan diferente al mundo en el que el muchacho se había criado, que se sentía como un visitante de otra galaxia. Ya no contaba con las comodidades que antes usaba sin pensar, como una cama, baño, agua corriente, electricidad..."

La alimentación comenzaba a ser un problema para él porque debía probar cosas que antes ni conocía.


En el viaje a Santa María de la Lluvia Alex tuvo una experiencia al jugar por unos instantes con un delfín que lo llenó de alegría.

Cuando llegaron a ese pueblo se dieron cuenta que era muy pequeño. Allí los estaba esperando César Santos y su hija Nadia, quien invitó a Alex a recorreer el pueblo. Allí conocieron al padre Valdomero.


Hasta el momento la historia ha estado bastante entretenida.

No quiero apurarme mucho aunque sé que lo mejor ya está por venir...

5 comentarios:

Carolina Manriquez Feres dijo...

Bien, Vicky:

Me está gustando tu libro. Sigue así en tu blog, lo estás llevando muy bien.

Cariños,

Carolina Manriquez Feres dijo...

¿Alguna novedad?

Carolina Manriquez Feres dijo...

Revisión evaluada

Claudia Vargas dijo...

Hola Vicki está lindo tu blogger nuchos besitos adios pasa por el mio adios...

Anónimo dijo...

hola vicky esta lindo tu blog cuidate nos vemos pasa por el mio, Adios